Te pasa que llega un nuevo día y ¿te cuesta levantarte?, ¿te tiende a dominar la pereza?, ¿Estás sin energía?, ¿El solo pensar en llegar al trabajo te da flojera? ¿Quisieras seguir acostado?, ¿estas en tu trabajo y quisieras que sea la hora de salida?, y ¿Hasta te gustaría que pasara algo y que cambie todo?
Si tu respuesta está dentro de un 80% en SI, tienes el síndrome de una persona DESMOTIVADA. La motivación va relacionada en dos sentidos, uno interno y el otro externo.
¿Cuándo ocurre la desmotivación interna? Por varios factores, el más común es cuando perdiste tu camino por el afán del día a día, por llenar necesidades o por complacer a otros.
Aquí pasa, que sientes que lo tienes todo, pero no te llena lo que haces en tu trabajo y por lo tanto todo se convirtió en un deber y no en un querer. Encontrar nuevamente ese norte y ese sentido a tu vida se convierte en un reto para los que están dispuestos a asumirlo y va directamente relacionado con tu propósito. Cuando te das la oportunidad de explorar y escuchar lo que tu corazón te pide, es donde ocurre la magia, y allí esta la respuesta donde volverás a encender la pasión.
¿Cuándo ocurre la desmotivación externa? Lo más común es cuando sientes que vas por el camino correcto frente a lo que crees venir hacer en el mundo, pero te encuentras en un lugar de trabajo, o país, o ciudad, donde no te permiten desarrollar todo tu potencial, lo que trae como consecuencia la frustración. Viene directamente relacionado con tu calidad de jefe, también con pocas posibilidades de avanzar en la empresa, la industria en la sociedad entre otras. Quedarte sentado allí esperando a que todo cambie por miedo el riesgo y perder lo que tienes es algo común, pero ¿Hasta donde estas dispuesto de cortar tus sueños por factores externos?
Saludos
Iván Sánchez
COACH - PNL - ENEAGRAMA - 3 CEREBROS