El ser humano naturalmente es integral y en todas las facetas de la vida lo que se busca es equilibrio, por esto es importante no encasillar, pero si contamos con tendencias dominantes de rasgos de nuestra personalidad.
En el artículo anterior te comentaba que el eneagrama es más que un test de personalidad, es más que un número, y se hace indispensable descubrir cual es ese poder, valor o virtud dominante que inconscientemente buscas, proteges, defiendes y mides en todo tu entorno. Al descubrir eso, comienzas a encontrar significado a la esencia del eneagrama.
Ahora, como somos integrales somos un ADN de 9 poderes, virtudes o valores, que están configurados en un orden de prioridad, el cual nos domina uno, pero no quiere decir que no tengamos los demás. Por ejemplo, desde el eneatipo 2 tu poder principal es el servir y ayudar a los demás, es el valor más preciado para ti, que si lo pierdes te trae infelicidad, pero puedes tener como segunda dominante el poder del eneatipo 1 que es la calidad, excelencia y perfección, lo que quiere decir que además de servir, la calidad es algo que valoras en todo tu entorno y hace parte de tu felicidad. Y para completar la triada principal puedes tiene el eneatipo 9, que definitivamente buscas paz y ser conciliadora en todo momento. Son tres poderes de vida que deben ser honrados y valorados por ti y por los demás.
En conclusión, aunque dos personas sean del mismo eneatipo dominante, somos diferentes por nuestra configuración de ADN entre los 9 eneatipos, adicional a las alas y los subtipos de cada uno.
Próximo blog te responderé ¿Puede cambiar el eneatipo?
Iván Sánchez
Autor Eneagrama Game “El secreto de los 3 cerebros”
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